Griselda es una princesa que tiene como peor enemiga su belleza.

Humor, transgresión ‒se habla de la muerte sin tapujos y parodia la vida palaciega‒ y absurdo son algunos de los elementos que ha utilizado Isol para componer esta breve historia cuyo desenlace no dejará indiferente al potencial lector.

La recomiendo para la franja de edad de 6 a 8 años porque reúne elementos apropiados para ese momento lector: la temática ‒una historia de argumento divertido con elementos sorpresivos‒, la estructura ‒breve y claramente estructurada: planteamiento, nudo y desenlace‒, los valores ‒respeto, amor, vanidad…‒, las ilustraciones o la tipografía.

En lo que respecta a las imágenes, están perfectamente complementadas con el texto; en ocasiones son a doble página aunque también las hay a modo de viñeta −con similar disposición a la que muestran los cómics, es decir, secuenciadas− o en una página. Además, muestran una misma gama cromática con predominio de los azules y los amarillos.

Los personajes, muy bien caracterizados, transmiten expresividad y mucho movimiento.

La tipografía  es otro elemento que da singularidad al conjunto. Siempre no mantiene el mismo tamaño y cuando secuencia la trama en una misma página, las letras son más pequeñas. Tampoco el color de estas es el mimo a lo largo del texto ‒clara sobre fondo oscuro y viceversa‒ confiriendo así, un atractivo  añadido al libro.