La experiencia piloto de El Llano de Las Cuevas pretende ser replicable a otras fincas y espacios similares.

El Ayuntamiento de El Paso y la Fundación Canaria Reserva Mundial de la Biosfera La Palma desarrollan conjuntamente un nuevo ‘Proyecto Integral de Custodia del Territorio’ para la conservación y el buen uso de los recursos naturales y paisajísticos del municipio. Dado el gran interés que alberga la zona de El Llano de Las Cuevas como Paisaje Agrícola de Especial Interés, esta experiencia recoge aspectos fundamentales como la recuperación de los cultivos del almendro y del moral, especies tradicionales ligadas a la historia de El Paso, así como el trabajo en la interfaz forestal para la defensa frente a incendios forestales.

Del mismo modo, ambas Instituciones apuestan por la puesta en valor del turismo ornitológico y por la protección del patrimonio etnográfico, como pueden ser los muros de piedra seca, los amontonamientos de piedra o la restauración paisajística de la zona de extracción de áridos, mediante acuerdos de custodia con la propiedad. Una iniciativa que pretende ser experiencia piloto replicable en otras fincas y espacios similares del municipio y de la isla, que contará además con la participación de la Consejería de Agricultura del Cabildo de La Palma.

Sergio Rodríguez, alcalde de El Paso, destaca “la estrecha colaboración entre el Ayuntamiento, la Reserva Mundial de la Biosfera y la propia Consejería para la conservación de los paisajes agrícolas, de los diferentes cultivos tradicionales y de aquellos elementos etnográficos o patrimoniales del entorno que sumamos a nuestra apuesta por un turismo diferenciado y de calidad. En esta línea, también me gustaría resaltar el compromiso de entidades como ‘Áridos El Riachuelo’, que ha cedido suelo al Ayuntamiento para tener un acceso más cómodo y seguro, y participa activamente en la recuperación de la zona”.

Por su parte, Antonio San Blas, director ejecutivo de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, informa que “la custodia del territorio no pretende sustituir ningún instrumento legal ni políticas de conservación existentes previamente. Al contrario, su filosofía nace para complementar e incluso facilitar el desarrollo de otros instrumentos, promoviendo acuerdos y mecanismos de colaboración continua entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes públicos-privados”.